Tres, eran tres, como manda la tradición. Tres, eran tres.
Cada una mora en un punto del mapa y un triángulo trazan sus lineas.
La del Oeste recita un conxuro.
La Central la azuza con odio y maldad.
Y la del Este ríe histérica cerca de las olas del mar.
Guardiana del Espejo, que lo preservaste de la destrucción, cuando las Fuerzas Oscuras creyeron haber cumplido su misión; sigue luchando incansable para abatir la Maldad.
No más que con los justos tengas piedad.
Teresa Coscojuela