viernes, mayo 25, 2012

Y te sigo añorando...




Te sigo añorando porque te sigo queriendo.
Tú no sabes lo que es ni nunca lo sabrás,
caballerito en caballo de cartón,
pequeño inmaduro eterno en pos del placer,
placer mundano y vano ignorando el querer.

Lágrimas ya no me quedan, mi amor,
baldón del Caballero
búrlandose de la mujer con todo su ardor.

Aunque te ame y añore, ya nunca más te voy a creer,
falso caballerete de espada de madera y sucio blasón.
Aunque mi alma llore por tu perdición.

Mi dolor no es mío aunque sea inmenso, 
pues tu bien deseo y la pena que veo es incomensurable, 
¡Caballero! ¡Falso Caballero!

Mi grito es un impotente lamento
arrancado de lo más hondo de mi corazón
herido de muerte por la sinrazón.

Que los dioses te protejan.
Que tu singladura te sea propicia
y que nunca te abandonen aunque los rechaces,
caballerete de cartón.

Teresa Coscojuela