¡Mi Caballero ha vuelto!
¡Y las risas brotan gozosas!
Atrás quedó la oscuridad
por negros fantasmas morada
y las lágrimas son un recuerdo
que poco a poco se desvanece
como jirones de niebla cuando se levanta el sol.
¡Mi Caballero ha vuelto!
Cabalga ahora sobre olas bajo los rayos del astro rey
y la luna guarda su sueño entre conchas y arena,
entre sonrisas de delfines y el canto de la sirena.
Teresa Coscojuela