martes, noviembre 02, 2010

¡Muerte!


Cara a cara nos hemos visto más de una vez. ¿Recuerdas?

Ni te temo ni te amo.
Te tengo presente por conocerte,
faz sin rostro, bajo un yelmo oculta
que no permite del lamento la pena
porque la prisa del ser te obliga.
No te temo y te espero,
por enésima vez, a pie firme,
ya sin lloros, que las lágrimas,
ha tiempo que se agotaron.
A tantos te has llevado ¿y conmigo juegas?
No tengo tiempo de jugar,
pero si te empeñas lo haremos,
que para ti el tiempo no mide igual al mío
y presta me avengo a aceptar las reglas
de quien se muestra superior sin discusión.
Juguemos cuanto quieras,
que mientras tú juegas conmigo
yo juego contigo y te arranco lo que,
sin darte cuenta, te crea confusión.
Demasiado te conozco,
así que juega, porque cuando tu beso,
a darme te decidas, lo aceptaré sin temor
y no lograrás que sienta pena ni dolor.