domingo, enero 10, 2010
Sólo espinas
Mis rosas sólo tienen espinas,
jamás pétalos de seda palpé.
Mis sueños vacíos están.
La noche se agota y se acerca el alba,
traicionera y burlona,
sin descanso ni consuelo.
Mi noche no tiene estrellas
y la luna esconde su llanto.
Brumas de tristeza me envuelven.
Desazón y congoja van de la mano.
Mi corcel ha quedado triste y solo en el pesebre.
¡Ya no cabalgamos!
Algún día, además de espinas,
¿tendrán pétalos mis rosas?
¿Volverán Élbereth -iluminadora de estrellas- a llamarme?
¿Podrá mi corcel relinchar alegre,
para que, agarrada a sus crines,
vuelva a cortar el viento?
¡Nunca más sucederá!
Teresa Coscojuela Junio, 2009
domingo, enero 03, 2010
Cenizas
Ya sólo quedan cenizas
de lo que un tiempo lejano,
¿tan lejano? fueron risas
en un inquieto mar arcano.
Cenizas en nuestros cabellos,
cenizas en mi corazón
al recordar los momentos aquellos
que me enervaban de pasión.
Jamás fuiste dulce, ni yo tempoco lo fui.
Dos almas gemelas, luchando con tesón.
Más, ¡hay!, yo nunca huí,
mientras que para mi desazón,
tú, mi amor, sí.
¿A qué teme mi Caballero?
¿Quien lo mantiene preso?
Dime, amor, quien es tu Cancerbero,
que rauda te liberaré con un beso.
Teresa Coscojuela
de lo que un tiempo lejano,
¿tan lejano? fueron risas
en un inquieto mar arcano.
Cenizas en nuestros cabellos,
cenizas en mi corazón
al recordar los momentos aquellos
que me enervaban de pasión.
Jamás fuiste dulce, ni yo tempoco lo fui.
Dos almas gemelas, luchando con tesón.
Más, ¡hay!, yo nunca huí,
mientras que para mi desazón,
tú, mi amor, sí.
¿A qué teme mi Caballero?
¿Quien lo mantiene preso?
Dime, amor, quien es tu Cancerbero,
que rauda te liberaré con un beso.
Teresa Coscojuela
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