domingo, julio 16, 2006
Dolor
Cómo un volcán a punto de estallar
Con el dolor pugnando por salir
Constelaciones de estrellas apagadas
Y el llanto silencioso y escondido de la Luna
Jugaste con tus saetas lanzándolas al azar
Cómo niño aburrido que no sabe qué hacer
Sin imaginarte donde se clavarían
E ignorando lo que podría suceder
La Luna esconde su rostro de siglos
Lágrimas de sal se lo queman
Los luceros pasan de puntillas
Y el alba se despereza
Vuelve el niño travieso a rogar
Una vez más, ¡no volverá a suceder!
La Luna seca sus lágrimas
Y los luceros levantan la vista
Aroma de romero lleva la noche
El día no existe jamás
Solo la noche y el alba
Que anuncia el adiós
Teresa Coscojuela
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la poesia és el lloc comú del que pateixen. una abraçada
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